domingo, 11 de diciembre de 2011

PARA LAS PERSONAS A LAS QUE DEJARON PERO SUS EXS LES SIGUEN LLAMANDO

Este artículo en lugar de llevar ese título que trae, debería llamarse la HISTORIA SIN FIN. 
Eso es porque parece ser que algunas relaciones, en lugar de matrimonios, noviazgos o parejas, deberían llamarse así. La ruptura que nunca se termina, no serás más mi novia, pero te amo igual y quiero estar “de vez en cuando contigo” o bien “te quiero pero estoy confundido” son algunas de las frases que se suelen esbozar para justificar este estado que no es pareja ni es un par de exs.

Cuando una pareja termina una relación, se suele sufrir y mucho, y es natural, puesto que teníamos allí depositado mucho amor, muchos proyectos y sobre todo, muchos sueños. Pues bien, la historia terminó, lloramos, nos entristecemos, y pasa el tiempo prudencial para que mejoremos… y zas! Suena el teléfono y es el ex, que llama en son de paz, pero no de reconciliación. Y ahí se confunde todo. Vuelven nuestras ilusiones, nuestros proyectos y nuestros sueños, pero… de repente, todo se confunde en una hermosa nube cuando él quiere tener contacto con nosotros pero… no quiere regresar a la relación. “Te llamo para ver cómo estás” es lo más común que se oye.

Lo cierto es que vamos a estar mal porque nos dejó y su reaparición a veces hace flaquear los pensamientos y deja pasar los sentimientos. La mayoría de las veces es un mecanismo de control, porque algunas ex no soportan ser reemplazados, entonces aunque tengan pareja, llaman para ver si reanudamos nuestra vida sentimental. Si bien a nadie le gusta que lo reemplacen, en estos casos ellas pueden reemplazar,  y nosotros … no.

El consejo para estos casos es poner límite. Ponerse firmes y si terminó con nosotros, pues bien, se ha terminado. Nada de amigos con derecho, nada de contacto fluido para ver cómo estamos ni nada. Nada, al menos, hasta que hayamos cerrado bien la historia y estemos listos como para volver a verle la cara u oirle la voz. El tiempo para madurar una ruptura puede ir desde un mes hasta años, y eso dependerá de la fortaleza interior que tengamos para asimilar estos dolores. Pero no permitáis ser juguete de nadie y no permitáis que nadie controle el resto de vuestra vida.




:)

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